Experiencias concretas de economía noviolenta

Experiencias concretas de economía noviolenta

Aunque muchas de las iniciativas de economía solidaria actuales tienen muchos elementos coherentes con la economía noviolenta, queremos señalar algunas experiencias concretas que se vienen poniendo en práctica desde hace décadas inspiradas directamente en los principios gandhianos.

Ekta Parishad, la organización india impulsora de la Campaña JaiJagat 2020, lleva más de 20 años trabajando sobre el terreno en más de 10.000 pequeños poblados. La formación en la noviolencia, las marchas a pie y las reivindicaciones de los últimos han permitido el acceso a la tierra a miles de familias.

Para Ekta Parishad ha sido siempre fundamental dar un paso más y desarrollar relaciones productivas y económicas en cada poblado que faciliten aplicar los principios gandhianos en el uso de la tierra y el acceso a los recursos naturales (bosques, pesca) conquistados gracias a la lucha noviolenta. En este sentido han impulsado el desarrollo de pequeñas cooperativas de producción agrícola, artesanal, ganadera etc sostenidas por el espíritu comunitario de la gente, evitando así que la tierra conquistada se pierda por improductiva o que las familias las terminen vendiendo a las multinacionales ávidas de tierra, como ha pasado en otras experiencias de lucha por la tierra. Actualmente, los miles de poblados en los que Ekta Parishad está implantada, no dependen económicamente de ayudas gubernamentales o de proyectos de cooperación internacional sino que son autosuficientes.

Esta lógica económica se pone de manifiesto también en la autofinanciación de las marchas reivindicativas que realizan. Cada semana, las familias aportan un puñado de arroz y unas pocas rupias en un bote común para financiar la marcha en sí y para sostener a las familias que quedan en el poblado mientras algunos miembros de la comunidad están marchando.

Por otro lado, en Sri Lanka la economía Gandhiana se ha extendido hasta alcanzar un volumen económico impresionante, llegando a un tercio de la población. Se trata del movimiento “Sarvodaya”, iniciado en 1958 por el Dr. A. T. Ariyaratne bajo la idea de Shramadana (“compartir el propio tiempo, pensamiento, trabajo y energía).

Uno puede viajar durante días a los asentamientos más remotos de la montaña y encontrar signos de Sarvodaya: una costurera que comenzó con un préstamo comunitario del pueblo; un niño sano que se beneficia de visitas al hogar por una joven madre formada por Sarvodaya; un pozo perforado con una bomba de mano a través de esfuerzos de Sarvodaya. O tal vez una carretera tallada a mano que pone a los pueblos pobres en contacto físico y psicológico entre sí y con el mundo exterior. Es en la construcción de estas carreteras cuando el movimiento actualiza su testimonio más conmovedor de la grandeza de vivir el lema: «construimos el camino y la carretera nos construye».

Las primeras experiencias de préstamo comunitario entre iguales han dado paso a la constitución de un banco que sostiene financieramente a las diversas experiencias productivas.

Además de esta, han desarrollado otras líneas de acción como el servicio técnico rural, que impulsa el desarrollo de tecnologías adecuadas para el agua potable, energía alternativa, redes sanitarias, etc. Tienen también una unidad centrada en la producción y comercialización de productos hechos con madera local.

Ha desarrollado además unidades específicas para la atención a desastres como tsunamis, inundaciones, brotes epidémicos y violentos, atención a la infancia, la denominada Deshdaya para promover la cultura democrática, el buen gobierno, la reconciliación y la paz, así como para la formación técnica y noviolenta de los miembros de Sarvodaya.

Las últimas inundaciones y conflictos armados les han forzado a crecer rápidamente para poder atender las múltiples situaciones de emergencia de Sry Lanka. Esto les ha puesto en una situación de dependencia parcial de donaciones y fondos exteriores que están en fase de reducir progresivamente en los próximos años para no perder la clave de autosuficiencia propia de la economía noviolenta.

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