¿Cómo os llamáis? ¿Qué hacéis? ¿Dónde? ¿Con cuántas personas?
Nos llamamos Garua. Formamos una cooperativa sin ánimo de lucro, ubicada en Madrid en la que participan nueve personas. El objetivo principal es contribuir a la transformación de la sociedad desde una perspectiva ecosocial. Esto lo articulamos con distintos proyectos:
- de formación para el cambio, por ejemplo a través de cursos de formación de formadores/as o de capacitación a activistas para la transformación social noviolenta.
- de acompañamiento: por ejemplo a colegios que están haciendo el cambio en sus comedores a comedores ecológicos y saludables.
- proyectos concretos de trasformación, como un grupo de crianza compartida entre varias familias que integra también un espacio de trabajo (coworking).
- de investigación, con estudios y trabajos, sobre cómo llevar a cabo esto, como podría ser el libro En la espiral de la energía.
¿Cómo os organizáis?
De manera asamblearia: las decisiones importantes, que nos competen a todo el equipo, las tomamos en las reuniones que tenemos periódicamente, sin coartar la iniciativa individual para que cada cual ponga en marcha iniciativas que le motiven. Todo el mundo cobra lo mismo por hora trabajada Cada persona escoge la duración de su jornada hasta un máximo de 35 horas semanales.
¿Cómo repartís el trabajo?
Con los años ha habido cierta especialización y hay trabajos que recaen de forma natural en ciertas personas. Lo que sí hemos cuidado es que aquellas personas que querían trabajar más horas y tenían menos carga de trabajo, fueran integradas en líneas de trabajo con más carga. Y a la inversa, personas que querían trabajar menos horas, que también pudieran hacerlo, aunque eso nos cuesta más en general.
¿Dentro de que marco político/ideológico/filosófico estáis?
Claramente nos enmarcamos dentro de la economía social y solidaria, feminista y ecológica. Entendemos que no se va a producir una transformación ecosocial si los medios para satisfacer nuestras necesidades no se transforman también. Y esos medios necesitan cumplir varios requisitos:
- Que sean democráticos. No solo en la toma de decisiones, también en el nivel de autonomía que se tenga a la hora de tomar las decisiones. Si las condiciones del mercado me obligan a rebajar continuamente mi escala salarial para poder sobrevivir, habré tomado asambleariamente la decisión de rebajarme el sueldo, pero no ha sido una decisión elegida por mí, me he visto obligado. No he tenido autonomía para elegir.
- Un segundo factor tiene que ver con niveles de justicia social. Y esto tiene una mirada hacia dentro y una mirada hacia fuera. A nivel interno se plasma en no tener escalas salariales, o cuando contratamos personal externo que estas personas estén en las mismas condiciones que quienes somos socios y socias. A nivel externo, por ejemplo, intentamos tener en nuestros servicios unos precios lo más bajos que podemos para que sean accesibles.
- Un tercer factor es la sostenibilidad, que para Garúa es uno de los ejes principales de trabajo. A nivel interno se ve en los temas que trabajamos y cómo los trabajamos. A nivel externo, en el desarrollo de modelos más sostenibles, como los comedores ecológicos.
¿Qué objetivos concretos tiene el proyecto?
Hay un objetivo inicial, de partida, que tiene que ver con sostenerse. Que lleguemos a fin de mes y podamos cobrar una remuneración que nos permita vivir de una forma digna. Si este objetivo no se cumple, el proyecto se cae. A partir de ahí, el resto de objetivos tiene que ver con el marco conceptual en el que nos situamos de economía social y solidaria, feminista y ecológica.
¿Por qué estos objetivos?
Porque vivimos en un mundo en el que el reparto de la riqueza y el poder es muy desigual. Esto conlleva un mundo violento desde las tres miradas que plantea Galtung: violencia directa, estructural y simbólica. En lo que tiene que ver en nuestra relación con el entorno, estamos viviendo un momento de fortísima crisis que está precipitando un colapso civilizatorio. Somos seres ecodependientes, que necesitamos del resto de los ecosistemas y además somos interdependientes, pues requerimos del resto de las sociedades para sobrevivir.
¿Qué hacéis diferente de las empresas tradicionales?
Al ser una empresa sin ánimo de lucro, no repartimos beneficios. Si algún año terminamos con excedente, hay una parte que guardamos como reserva estratégica y otra que donamos a distintas organizaciones. Creo que esta diferencia es sustancial.
Una segunda diferencia tiene que ver con cómo nos organizamos hacia dentro y cómo nos relacionamos con otras empresas. Somos parte de un grupo cooperativo, Tangente, formado por cooperativas dentro de la economía social y solidaria. Su germen estuvo en varias cooperativas que tenía más trabajo del que podía asumir y no quería crecer como empresa, ni subcontratar. Así que optaron por ayudar a que otra gente montase sus cooperativas prestándoles dinero, explicándoles cómo hacerlo, compartiendo trabajos… lo que se convirtió en una forma de cooperar entre empresas en vez de competir. Esto nos ha permitido a todas las cooperativas que ahora formamos Tangente ser más fuertes y sobrevivir en estos años complicados de crisis.
¿Hacéis formación para los trabajadores y trabajadoras? ¿Qué tipo de formación? ¿Cómo la organizáis?
Sí. Es una formación bastante autogestionada. Alguna vez hemos hecho formación conjunta pero lo habitual es que cada cual elige la formación que quiere hacer, de acuerdo con su línea de trabajo, en lo que quiere profundizar, y tenemos un fondo para sufragar esos gastos.
¿Cómo os relacionáis con la comunidad que os rodea, ciudad, barrio, pueblo…?
Intentamos que sea una relación de igualdad. Estamos insertos en la sociedad y creamos un servicio a la sociedad. Cuando trabajamos en los proyectos de crianza, los hacemos en el barrio y con la gente del barrio, activando desde la igualdad. O cuando trabajamos en los centros escolares haciendo los acompañamientos en los comedores, trabajamos con el profesorado, la empresa de comedor… En los proyectos de transformación noviolenta, tenemos varios en la zona MENA, también lo intentamos hacer desde la mayor igual da posible: va alguien que habla árabe, que ha vivido bastante tiempo allí y conoce esa realidad.
¿Formáis parte de redes profesionales?
Estamos en la que te comentaba antes de Tangente y también en la Red de Economía Social y Solidaria (REAS Madrid y REAS estatal). También estamos en otras redes, como Coop57 (finanzas) o Comunaria (un espacio de encuentro entre universidades, movimientos sociales y cooperativas para trabajar alrededor de los bienes comunes).
¿Apoyáis la economía local? ¿Cómo lo lleváis a cabo?
Todos los proyectos son de economía local. Por ejemplo, todos los ingredientes con los que trabajamos en los comedores son locales.